El sabor de...
La legendaria hospitalidad árabe alcanza su máxima expresión en el diffa, o banquete. Esponsales, bodas, nacimientos y fiestas religiosas son ocasiones para celebrar con gran abundancia de comida. Se realizan diffas especiales cuando un marroquí regresa del peregrinaje a la Meca. Sentados alrededor de mesas redondas y bajas, sobre lujosos divanes con cojines multicolor, los invitados festejan con Zaalook, ensalada de berenjenas; Bissara, puré de habas; o Mohkt, ensalada de sesos de cordero. Todo ello se consume con trozos de pan;
además de Briouats dorados y crujientes con sabrosos rellenos, y numerosas ensaladas para picar.
El Bisteeya (Pastela), un pastel de paloma o pollo, se sirve solo, pues está considerado uno de las claves de la cocina marroquí. Se completa con Tajines de carne, ave y pescado, que incluye al menos
un dulce de fruta y miel.
Y para acabar de satisfacer los apetitos se sirve Couscous. Durante la comida se ofrecen zumos de naranja, sandía, pepino y otras frutas o verduras. Bandeja de frutas frescas completa el festín, seguidas de pastas, dulces y té a la menta.
¡Qué aproveche!
No hay comentarios:
Publicar un comentario